Ya ha pasado un mes y medio. Todo ha transcurrido como en un abrir y cerrar de ojos. El balance no podría decir que hubiera sido muy positivo, pero nadie empieza nada sabiendo. Lo más duro ya está atrás, he comprendido que las horas y los días que, al igual que muchos, he gastado llorando o pensando en el porqué de estar en este sitio, no valen la pena. Soy consciente de la suerte que supone el tener la oportunidad de aprovechar esto en mi vida y eso es motivo suficiente para coger oxígeno, olvidar este mes y medio y ponerse las pilas para volver a empezar.
Resulta que no todo lo malo era tan malo, para empezar, en esta ciudad existe una asociación llamada Sava, dedicada, precisamente, a la integración de los estudiantes extranjeros así como, para la organización de fiestas y eventos destinados a compartir y a encontrarse con el resto de Erasmus. Primera cosa de la que debíamos aprovecharnos. Y así fue, cada miércoles, el lugar propuesto para la "soirée" o, lo que es lo mismo, velada, se convertía en una cita obligatoria para todos. De esta manera, a parte de conocer bares curiosos y divertidos a los que luego poder ir con los amigos, también aprovechaba para "echarme unas cervezas" con la gente.
Resulta que no todo lo malo era tan malo, para empezar, en esta ciudad existe una asociación llamada Sava, dedicada, precisamente, a la integración de los estudiantes extranjeros así como, para la organización de fiestas y eventos destinados a compartir y a encontrarse con el resto de Erasmus. Primera cosa de la que debíamos aprovecharnos. Y así fue, cada miércoles, el lugar propuesto para la "soirée" o, lo que es lo mismo, velada, se convertía en una cita obligatoria para todos. De esta manera, a parte de conocer bares curiosos y divertidos a los que luego poder ir con los amigos, también aprovechaba para "echarme unas cervezas" con la gente.
Lyon, tras París, es una de las ciudades más grandes de toda Francia. Es, además, un destino que se antoja más apetecible al saber que a tan solo unos cuantos kilómetros podemos conocerla. Además, un segundo punto de ventaja es que, a diferencia de España, Francia está muy bien comunicada entre casi todas sus ciudades, las lineas de tren son abundantes y baratas y, más aun, cuando Lyon y Saint-Étienne, se encuentran en la misma región. El resultado es que por unos 5€, en 45 minutos puedes estar en una ciudad grande y con muchas cosas que hacer. Así que, no tardamos mucho en descubrirla.
La primera visita, fue en toda regla, una visita nocturna. Nos pusimos de acuerdo entre unos cuantos, e hicimos lo que se llama un auténtico plan de estudiante: cena de McDonald, tren, botellón, marcha y viaje en el primer tren de vuelta a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario